martes, 24 de junio de 2014

NI FITOSANITARIOS NI AGROQUÍMICOS, SON AGROTÓXICOS

ARLETTAZ PIENSA QUE ESTAMOS DISTRAIDOS

La forma de llamarlos implica un posicionamiento ético frente al tema, los que promueven su empleo los llaman fitosanitarios, los que tratan de tener una postura hipotéticamente neutra agroquímicos y los que luchamos contra su uso: agrotóxicos.
                Usted llámelos como quiera pero no ignore que son y para que se están usando.
                Aparecieron como armas en la primera guerra mundial, pero sus efectos sobre los seres humanos son tan devastadores e inhumanos que decretaron que no podían usarse ni siquiera en éste, el más insensato de los escenarios sociales.
                Por supuesto la prohibición nunca fue cumplida, los nazis los usaron en sus exterminios, los Estados Unidos  para eliminar la vida vegetal en  Vietnam (y de paso la humana  y la animal) y en la actualidad están secretamente presentes en todos los arsenales militares.
                Sin embargo las compañías químicas que los diseñaron les encontraron otra aplicación en un nuevo modelo de agricultura industrial, el mayor proyecto jamás imaginado para controlar el planeta  a través del apoderamiento y administración del total de alimentos necesarios para la vida humana.   Aunque Usted se resista a pensarlo.
                La idea es simple y verificable: en vez de usar barbechos y rotaciones de cultivos para controlar la naturaleza que compite con los cultivos comerciales se usan estos venenos, lo que en el cortísimo plazo permite volver a cultivar en los mismos lotes, acelerando de este modo su degradación y pérdida de fertilidad al no reponerse los nutrientes de las plantas, solo extraerlos.
                Con la ingeniería genética desarrollaron plantas que son momentáneamente resistentes a los venenos utilizados logrando de este modo dos objetivos maquiavélicos, en primer lugar cultivar los productos que nos alimentan utilizando estos temibles venenos y entonces apropiarse de las especies vegetales que se usan para producir alimentos vía patentes de exclusividad, lo que nos obliga a pagarles dinero por cada bocado que comemos.
                Las ganancias obtenidas por este sistema de producción y tráfico alimentario las hacen, junto con las petroleras, las empresas que más ganan y más se apropian de los recursos planetarios.       Más poderosas incluso que muchos países, con su propio ejército, como es el caso de MONSANTO, que es la dueña de Blackwoter, el mayor ejercito privado del planeta.
                Sus expertos en marketing son los que permanentemente diseñan estrategias para comprar voluntades vía el engaño o directamente el soborno, de ahí sale por ejemplo la palabrafitosanitarios, fíjense que es la unión de dos palabras que designan cosas buenas y deseables para todos, fito = planta y sanitario = salud, sin embargo las emplean para designar estos venenos que nos enferman y matan.
                Pero la naturaleza se ríe de estos intentos, por estos días, un técnico informó con un candor que produce escalofríos que:…” La realidad indica que a pesar del aumento en el uso de herbicidas en los últimos cinco años, la problemática de las malezas se ha incrementado con la aparición de nuevos biotipos resistentes, la estrategia aplicada no ha dado los resultados que se esperaba”.
                Luis Eduardo Lanfranconi, de la Cátedra de Protección Vegetal de la Universidad Católica de Córdoba, de él se trata, se refiere al Amaranto (AMARANTHUS PALMIERI), el cereal sagrado de los Incas, que en Estados Unidos presenta resistencia a casi todos los mecanismos de acción conocidos y en el sudoeste de Córdoba la especie ya demostró resistencia a los herbicidas inhibidores de la ALS (Inhibidores de la síntesis de aminoácidos) y en el último año también al glifosato. 
Y por supuesto recomendarán el uso de más volumen y más potentes venenos en una carrera contra la naturaleza que antes de comenzar ya estaba perdida.
                Mientras tanto aquí en Entre Ríos, el Senador Oscar Arlettaz, presidente de la Comisión de Producción y lobista de MONSANTO acaba de anunciar, seguramente pensando que la gente está distraída por el Mundial de Futbol, que  “En quince días pediríamos su tratamiento sobre tablas” refiriéndose a la ley de agroquímicos para la provincia, un instrumento legal a la medida de los intereses de los saqueadores de la naturaleza, cuyo control, por si a alguien le quedan dudas, no estará en manos de organismos ambientales sino en la Secretaría de Producción, que es lo mismo que encomendarle al zorro que cuide las gallinas.
                A partir de entonces será legal fumigar sobre poblados y escuelas (el proyecto reduce la distancia de 500 a 200 metros para las fumigaciones aéreas) y cuando vayamos a reclamar a la Secretaría de Producción, la respuesta será invariablemente que “carece de presupuesto y vehículos para ir a inspeccionar” como invariablemente ocurre con los desmontes que incumplen la Ley de Bosques.
Fuente: http://www.fundavida.org.ar/web2.0/2014/06/20/arlettaz-piensa-que-estamos-distraidos/#.U6oM85R5P9U

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