martes, 30 de julio de 2013

La maldición petrolera. Por Darío Aranda

Metales pesados en sangre. Agua y tierra contaminada. Subsuelo rico y población pobre. Lagos con hidrocarburos. Derrames y muerte de animales. Repsol, YPF y gobiernos. Y la lucha mapuche. Viaje a Loma La Lata, el mayor yacimiento de gas de Argentina, caso testigo de contaminación petrolera.

Por Darío Aranda
Desde Loma La Lata, Neuquén

la maldicion petroleraAgua con gusto a nafta. Tierra que huele a solvente.
Es la situación en el territorio mapuche de la comunidad Kaxipayiñ, con un subsuelo que es la mayor reserva de gas de Argentina, también conocido como yacimiento Loma La Lata.
La comunidad Kaxipayiñ enfrente desde hace cuatro décadas un proceso de violación de derechos y son la prueba viviente de la contaminación. Metales pesados en sangre, abortos espontáneos, cáncer, diabetes y cegueras.
Frente al patio de sus casas, el blanco de sus denuncias: la planta de gas Mega, gigantescas cañerías y tanques de diez metros de alto que sobresalen en la estepa patagónica.
La tierra es rojiza. Sólo hace falta tomar un puñado y confirmar que está impregnada (de manera literal) con un fuerte olor a solvente. El agua, fósforo mediante, enciende como nafta.
Es el corazón de la contaminación, pero no nos afecta solo a nosotros. Llega a quienes parecen dormidos, río abajo, a Neuquén capital”, avisa el inan logko, José Cruz Cherqui, y señala que Loma La Lata ya contaminó los lagos Los Barreales y Mari Menuco, que proveen de agua a la capital provincial. La comunidad apunta a cuatro responsables: Repsol, YPF, gobierno provincial y Nacional.
Volver al origen
A una hora de la capital neuquina, 80 kilómetros, sobresalen las bardas rojas de diversos tamaños y formas moldeadas por el viento patagónico, permanente y fuerte, que alivia el sol del verano.
Desde la ruta se observan enormes tanques plateados, verticales, y cañerías amarillas que suben, bajan, y forman extrañas figuras. Con el fondo de la estepa patagónica y sierras rojas, las plantas compresoras contrastan demasiado. Parecieran naves espaciales, brillantes.
La camioneta deja la ruta, gira a la derecha y toma un camino de ripio ancho, en perfectas condiciones. Luego comienza a bajar y bordear las pequeñas sierras. Tierra rojiza, también ripio, y jarillas. Y caños amarillos, de cinco pulgadas y dos metros de alto, diseminados por todo el territorio. Ventean el hidrocarburo. Son ya parte del paisaje.
Diez minutos desde la ruta. Una tranquera y un cartel prolijo, en forma de arco: “Kaxipayiñ” (“volver al origen”, en idioma mapuche), un árbol centenario y una construcción rectangular de material, blanca, amplia. El salón de reuniones de la comunidad.
Cuatro hombres. El logko (máxima autoridad) José Luis Cherqui; Inan Logko (segunda autoridad) José Cruz Cherqui; el werkén (vocero) Gabriel Rolando Cherqui y David Cherqui (segundo werkén). Presentaciones de rigor. Y Gabriel Cherqui va directo al tema: “Para ellos era territorio de nadie e hicieron lo que quisieron. Destruyeron todo y se llevaron todo. A costa de lo que fuera necesario, a costa de la madre tierra, a costa de nuestra vida. Desde que llegaron no pudimos dormir mas tranquilo”.
Historia
Loma La Lata es el mayor yacimiento de gas de Argentina y uno de los más importante de Sudamérica. Con una superficie de 30.000 hectáreas, fue descubierto en la década del 70 y el primer pozo fue perforado en 1977 por Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF). La confirmación de las enormes reservas de gas cambiaron la estructura energética del país, que luego se complementó con la construcción de gasoductos Centro Oeste y Neuba II.
Nuestros mayores nos contaron que no se sabían los derechos que teníamos. Y a la empresa y los gobiernos comenzaron a correr a las familias, a amenazar, distintas formas de violencia”, recuerda Cherqui. Los pozos se multiplicaron. Y también los piletones de desechos. Camiones y campamentos petroleros cambiaron radicalmente la vida de la comunidad.
Cherqui explica que el ganado caprino comenzó a morir (por el agua contaminada y por caer en los piletones), que los ruidos alejaron a la fauna que servía de alimento (guanacos, choikes, liebres) y que la agricultura se volvió cada vez más difícil por la escasez de agua.
Las petroleras necesitan energía. Y ahí les hicieron las represas, nos inundaron con el (lago) Los Barreales. Nunca pidieron permiso a nadie. Nos echaban el agua como cuando le echan agua a las ratas para que se vayan. Los espacios ceremoniales, los recuerdos, el espacio de vida y trabajo de crianceros y de la comunidad quedó bajo el agua”, se enoja el vocero.
Resistencias
El salón en amplio y luminoso. Los cuatro dirigentes mapuches se sientan del mismo lado, una mesa funciona como escritorio. Del otro lado, bien diferenciados, los visitantes. El más joven (David) no hablará en toda la entrevista. Cherqui será siempre la voz más escuchada. Articula el discurso, interviene cuando los demás referentes amagan decir algo inconveniente o políticamente incorrecto, piensa detenidamente cada respuesta. Sabe que hay un grabador prendido. Mide las respuestas. El inanlogko circula el mate.
Recuerdan que para fines de la década del 80 ya eran comunes las enfermedades que nunca antes había aparecido en la zona. Cegueras, diabetes, cáncer. Todos apuntaban a la misma causa, la riqueza del subsuelo y la explotación empresaria.
El quiebre final lo establecen en 1991. “Un día vimos que un par de topadoras y excavadoras bajaban la barda hacia el lado de las casas. La abuela estaba sentada afuera. Le dijeron que teníamos que corrernos porque las cañerías del nuevo gasoducto iban a pasar por donde estaba la casa. Era demasiado ya”, relata el werquen.
Los ancianos llamaron a reunión de hijos y nietos. Se organizaron. Dijeron que no se corrían. YPF cambió la traza. Fue el comienzo del despertar.
Hacía décadas de eran comunidad, pero quisieron contar con documentación que lo acredite. Primera traba, el Movimiento Popular Neuquino (MPN). Mediante la Dirección de Asuntos Indígenas les dijo que no se podía. Que en Neuquén ya no había más comunidades mapuches. Les ofrecieron a cambio ser una Asociación de Fomento Rural (AFR), que nuclea a crianceros y campesinos.
No aceptaron negociar su identidad.
Y comenzó el acercamiento con Newen Mapu, una de las comunidades de la Confederación Mapuche de Neuquén (CMN). Se hicieron asambleas, fortalecieron el proceso organizativo y, en 1996, ya eran legalmente comunidad mapuche. “Al Estado neuquino no le gustó”, sonríen los cuatro dirigentes mapuches. YPF había sido privatizada por Carlos Menem. Era ya Repsol/YPF.
Y comenzó la construcción de la planta procesadora de gas Mega (la nave espacial gigante que se visualiza a la entrada de la comunidad), con participación de Dow Chemical, Petrobras y Repsol.
Les hicimos frente, fuimos a pararlos de a caballo, nos cruzábamos delante de las máquina. Éramos cuatro o cinco, pero terminamos siendo 600. Fueron 43 días de corte, de resistencia. No teníamos nada, ni para comer, pero estuvieron muchas comunidades mapuches y compañeros no mapuches”, detalla Cherqui. Hubo órdenes de desalojo, presencia de Gendarmería Nacional e intento de represión. Pero se llegó a un acuerdo. La comunidad cedió 103 hectáreas para la construcción de Mega. A cambio, el gobierno provincial se comprometió a entregar el título de propiedad en 180 días. Las empresas dieron dos camionetas y 20 mil pesos.
No hubo milagro: el gobierno provincial nunca entregó el título.
Cherqui reconoce que el acuerdo fue desfavorable para la comunidad, lamenta haber “entregado parte de un territorio mapuche”, pero también rescata que fue la primera vez que empresas y gobiernos firmaron un acuerdo con una comunidad indígena para explotar recursos naturales. “Lo entendimos como un precedente para todos los pueblos indígenas, fue un espacio sacrificado por la lucha del pueblo mapuche”, evalúa a la distancia. Y subraya: “Provincia y empresa reconocen en el acuerdo que el territorio es nuestro, eso para nosotros fue y es importante, aunque no haya título”.
La comunidad Kaxipayiñ reivindica como propias al menos 20.000 hectáreas (incluidas las que fueron inundadas con los lagos de la represa). En la actualidad cuentan con uso efectivo de 6800 hectáreas. De Loma La Lata nacen gasoductos que alimentan de gas a Neuquén, La Pampa, Córdoba, Mendoza, San Juan, Santa Fe y Buenos Aires. Pero el gas no llega a los mapuches de Kaxipayiñ, que cocinan y se calefaccionan a leña o, en el mejor de los casos, con garrafas.
Contaminación
La comunidad Paynemil (vecino de Kaxipayiñ) realizó en 1995 una perforación para extraer agua. En lugar de agua brotó una mezcla extraña de agua e hidrocarburos que, incluso, se prendía fuego. Fue el detonante. Y se sumó a las denuncias que ambas comunidades habían realizado por las continuas enfermedades de los niños.
La Defensoría de Menores de Neuquén, en representación de los niños de las comunidades, inició una causa civil en 1997 para exigir al gobierno provincial (“asociado” por regalías a las empresas petroleras, y en su momento co-responsable con el de Nación del contralor de su actividad) la provisión de agua potable, primero de emergencia y luego también definitiva y suficiente para las familias.
La demanda pidió también que se brindara (previo diagnóstico) seguimiento y atención médica a los niños y jóvenes, que se proveyera un régimen definitivo de agua sana y apta, y que se implementaran acciones tendientes a prevenir e impedir la contaminación del agua, del suelo y del aire.
En abril de 1997, la Justicia hizo lugar al pedido y ordenó al gobierno de Neuquén la provisión inmediata de agua de manera permanente, realizar estudios médicos a todos los niños y tomar las necesarias para asegurar la preservación del ambiente.
El Gobierno apeló dos veces. Pero el fallo fue confirmado por la Cámara en lo Civil y luego por el Tribunal Superior de Justicia. El gobierno no cumplió con la sentencia.

Estudios
El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) publicó en 1998 un informe ambiental sobre la contaminación petroleras en Añelo y Pehuenches (en cercanías a Loma La Lata). Confirmó la contaminación y concluyó que debía resarcirse con 900 millones de dólares al Estado provincial. El Gobierno nunca reclamó la indemnización. Y las empresas nunca pagaron.
En noviembre de 2001 se presentó en la Universidad Nacional del Comahue un estudio del laboratorio alemán Umweltschutz Nord. La investigación, de más de mil páginas, focalizó el trabajo en el impacto de la explotación hidrocarburífera sobre el ambiente y la salud en Loma La Lata.
Confirmó la presencia de 30 metales pesados en la sangre y tejidos de los pobladores de Kaxipayiñ y Paynemil, síntomas del envenenamiento, fuertes dolores de huesos, dificultad de movimiento, dolores crónicos de cabeza; trastornos renales, hepáticos y digestivos; patologías broncopulmonares, afecciones cardiovasculares, neurológicas y alérgicas, entre otras consecuencias. “Los restos de metales pesados en la zona investigada son 700 veces mas altos de lo permitido por la legislación nacional”, afirmó el trabajo.
La comunidad comenzó a contabilizar muertes y enfermedades desde el 2000. Todos los se repetían abortos espontáneos, casos de diabetes, cáncer y muertes. En 2012 murieron cinco personas. Cherqui sufrió la muerte la muerte de un bebé, le diagnosticaron “malformación genética”. José Cruz Cherqui, inan logko (segundo jefe), perdió dos bebés y una nieta. Afirma que el 70 por ciento de la población tuvo distintos niveles de pérdida de visión.
Exigen que sean enjuiciados “los políticos y los empresarios”, apunta principalmente a Guillermo Coco (ministro de Energía y Ambiente) y al gobernador Jorge Sapag. “Son los responsables intelectuales de nuestras muertes, son responsables del genocidio ecológica que se comete en Loma La Lata”, acusa el werken.
El laboratorio alemán recordó que la propia Repsol/YPF reconoció la contaminación en 1996, cuando contrató a la firma Laqui SRL para la realización del estudio “Contaminación del Freático con Gasolina, Estudio y proyecto de Recuperación”. Ese trabajo vincula la contaminación del acuífero con la “pileta de efluentes ubicada frente al Administración del Yacimiento”. Mediante análisis de agua, señala que se constató la presencia de metales pesados que exceden los límites de calidad de agua para consumo humano.
El extenso informe alemán aborda todos los aspectos del impacto petrolero en las comunidad: social, ambiental, sanitario, cultural y productivo. Afirma la “acentuada disminución de la productividad del campo, han sufrido una drástica reducción tanto en el número como en la calidad y el crecimiento de los animales de cría”. Destaca la “destrucción prácticamente irreversible del paisaje agro-pastoril preexistente a causa de la fragilidad y muy baja capacidad de recuperación del suelo frente a la intensa actividad hidrocarburífera”.
En la década del 80 la comunidad llegó a tener 4000 chivas y 300 vacas. En la actualidad cuentan 40 chivas y nueve vacas.

Agua
El mate circula durante la entrevista. El inan logko, José Cruz Cherqui, ceba. Y el agua se renueva desde el dispenser ubicado en un rincón de salón. Se acumulan una decena de bidones de 20 litros.
El fallo de 1997 obligó al Estado provincial a proveer diariamente 250 litros de agua a cada habitante de la comunidad. Pero nunca se cumplió el fallo. Sólo dejan a cada familia seis bidones por semana (120 litros).
El informe del laboratorio alemán Umweltschutz Nord confirmó “la contaminación del principal acuífero utilizado como bebida humana, para irrigar sus huertas y frutales y para dar de beber a los animales de cría”.
Existen documentales donde se visualiza como, fósforo mediante, el agua de Loma La Lata se prende fuego.
El periodista quiere profundizar en el agua. Pregunta el gusto que tiene, olor, detalles.
El inan logko, que casi no había hablado en toda la entrevista, se enoja: “¿Nunca sacó nafta del auto con una manguera? ¡Ese gusto tiene… Usted no puede preguntar eso!”. Afirma que la comunidad ya está contaminada, pide que se “profundice” el análisis, que se hable de la contaminación que impacta incluso fuera de Loma La Lata.
Momento tenso.
Se le señala que ambos aspectos son importantes. Pero José Cruz Cherqui insiste en explicar qué se debe preguntar, qué no, y hasta parece enojado.
Gabriel Cherqui calma los ánimos. Explica que el agua “tiene gusto a gasolina” y que en varias ocasiones han hecho el ejercicio de servirle el agua a los funcionarios y que ninguno se atrevió a tomar.

Lagos petroleros
Las represas construidas en la década del 70 inundaron parte de la comunidad. El lago Los Barreales está a cuatro kilómetros de las casas y sólo un kilómetro de la planta Mega. Incluso se dejan ver los pozos petroleros en la margen misma del lago.
Los Barreales está contaminado. Y los barreales se comunicado con el lago Mari Menuco. Y del Mari Menuco se provee de agua a la ciudad de Neuquén. Dos más dos son cuatro ¿no? Bueno, los neuquinos toman agua contaminada por las petroleras de Loma La Lata”, resume Cherqui.
El 28 de junio de 2012, el Laboratorio de Toxicología y Química Legal de la Corte Suprema de Justicia de la Nación confirmó que el lago los Barreales contenía hidrocarburos muy por encima (50 veces más) del máximo permitido para realizar actividades acuáticas y que no era apta para consumo humano.
A pedido de la Justicia Federal, los análisis fueron firmado por el perito químico de la Corte Suprema, Oscar Lancani, y confirmó la presencia de kerosene, gasoil y aceites (entre otros). Detectó en el agua hasta 15 miligramos de hidrocarburos por litro (el máximo autorizado por ley para realizar actividades acuáticas en de 0,3 miligramos por litro).
El subsecretario de Medio Ambiente de Neuquén, Ricardo Esquivel, no mostró ningún estudio provincial, pero refutó el trabajo del perito de la Corte Suprema: “Los Barreales y Mari Menuco son absolutamente seguros”.
Los análisis forman parte de una demanda penal entablada contra de YPF por la Asociación de Superficiarios de la Patagonia (Assupa), que inició en 2003 una causa por contaminación de la cuenca neuquina y que se encuentra en la Corte Suprema.
El presidente de Assupa, Ricardo Apis, afirmó que la reparación del pasivo ambiental tiene un piso de 5000 millones de dólares.

Recorrida
Luego de la entrevista, Cherqui lleva a recorrer el territorio. Caminos anchos, ripio, viento y petroleros en 4X4 que miran con desconfianza.
Se detiene entre dos pequeñas sierras. Descender por un callejón y llegar hasta la base. La pared de la barda es recta, parece un edificio de diez piso, color rojiza. El werkén desafía a tomar un puñado de tierra y olerlo. La contextura pareciera arena, el olor es penetrante, similar al solvente puro. “Acá arriba había un piletón petrolero. Durante años dejaron su basura ahí, penetró en toda la tierra. Hay cientos de estos casos en el territorio”, explica.
De la barda desciende un hilo de agua, que se hace más ancho a medida que se baja por el cañadón. El agua tiene color amarillo-rojizo. El olor asemeja al querosene. Hay que subir una ondulación y, del otro lado, el curso de agua ya tiene un ancho de 50 centímetros. Al costado, huesos de animales que tomaron el agua petrolera.
El lugar se llama “la aguadita”. Histórico curso de agua que llega hasta las casas de la comunidad y donde los animales tomaban agua.
Cinto minutos más de auto: playón de la UCP1 (Unidad Separadora Primaria), enormes tanques blancos, cañerías que suben y bajan, alambrado olímpico. Para los mapuches no se llama UCP1, sino “barda colorada alta”, como llamaban los abuelos.
En frente se deja ver el valle, árboles, variedad de verdes, casas y el río Neuquén. Un paisaje de postal. Pero entre el playón y el río, una suerte de parche de tierra de dos kilómetros, como si fuera un camino nuevo, zigazagueante, extraño. Y no es de tierra rojiza y piedra (como el resto), solo tierra negra.
Cherqui aclara. Es la “remediación” que hizo Repsol a una “enorme derrame” que hubo en 2009 y que se repitió en 2010. Durante días derramó. Siguió el curso marcado por el cañadón. Y llegó hasta el río y las viviendas. Repsol/YPF echó camionadas de tierra sobre el derrame.
A cinco minutos, un campo alisado, suerte de repentina llanura, suerte de gigante cancha de fútbol, 300 metros de cada lado, y con una decena de estructuras de hierro diseminadas equidistantes. Dos metros de algo, delgadas, suerte de robot color gris, con brazos, válvulas, cañerías que bajan a tierra. Son pozos de extracción. Cercados por una reja. Y un cartel prolijo, azul y blanco, con su nombre: “Pozo LLL-422 – YPF”.
A tres kilómetros, tercera parada. Tranquera que cierra el paso hacia el lago Los Barreales, agua color turquesa, cielo azul, paisaje de guía turística. Pero repleta de caños que ventean gas y pozos de extracción.

Petropolítica
En la década del 90, con la privatización de YPF, Loma La Lata pasó a manos de la española Repsol. Y la multinacional fue el principal blanco de las denuncias de las comunidades mapuches durante los últimos veinte años.
La concesión de Repsol vencía en 2017. Pero, en 2002, a solicitud de Repsol y el gobierno neuquino (Jorge Sobisch), el Ejecutivo Nacional prorrogó la concesión por otros diez años (hasta 2027). No realizó ninguna investigación sobre lo actuado. Tampoco se respetó el derecho de las comunidad indígenas a ser consultados.
Las comunidades Paynemil y Kaxipayiñ escribieron el 6 de diciembre de 2002 a los tres poderes del Estado. Exigieron que se cumpla el derecho básico a la consulta a las comunidad (vigente en Constitución de Neuquén, Nacional y Convenio 169 de la OIT). Dirigida al presidente Fernando de la Rúa, al ministro de Economía (José Luis Machinea), a la secretaria de Energía (Débora Giori), a los presidente de la Cámara de Senadores y Diputados de Nación, y a la Corte Suprema.
La carta explicitó la contaminación que la comunidad denunciaba hacía una década y cuestionaba la prórroga de concesiones hasta 2027.
No tuvieron respuesta.
Kaxipayiñ denunció a Repsol/YPF por contaminación en tribunales y ante todo micrófono y cámara que tuvo a mano. Nunca obtuvieron respaldo de los gobiernos (ni nacional ni provincial).
En noviembre de 2011, Repsol anunció el descubrimiento de reservas de hidrocarburos no convencionales en la cuenca neuquina, parte de ellos en Loma La Lata. Aseguró que las reservas llegaban a “927 millones de barriles” y lo publicitó como “el mayor descubrimiento de petróleo de su historia”.
En abril de 2012el Gobierno Nacional estatizó el 51 por ciento de las acciones de YPF. Los dos principales argumentos fueron la falta de inversión y la contaminación.
El gobierno de Neuquén y el Nacional siempre defendieron a Repsol, nunca les importó la contaminación y lo que sufrió el Pueblo Mapuche. Pero por conveniencia económica ahora hablan del pasivo ambiental de 2000 millones de dólares. Nos produce mucha indignación esa hipocresía, son un montón de ladrones peleando por una cartera grande de dinero para ver quién se queda con la mejor tajada”, denuncia Cherqui.
El presidente de YPF, Miguel Galuccio, visitó Neuquén en mayo de 2012. La comunidad Kaxipayiñ y la Confederación Mapuche de Neuquén se reunieron con él. El werquen explica que le exigieron la urgente remediación ambiental de Loma La Lata y la aplicación de la consulta a las comunidades en todas las decisiones que afecten el territorio mapuche. También le informaron el rechazo a la explotación de hidrocarburos no convencionales (se utiliza una técnica de “fractura hidráulica”, cuestionada a nivel internacional por sus consecuencias ambientales).
Durante 2012 tuvieron otras dos reuniones con directivos y técnicos de YPF (ya no Galuccio). Y firmaron un acuerdo para comenzar el proceso de remediación ambiental, acciones de apoyo a proyectos productivos sustentables y acordar la consulta libre, previa e informada de la comunidad.
Los dirigentes mapuches reconocen que “está todo muy demorado”.
Galuccio nos dijo que teníamos que entender que era necesario el gas, ‘que hay gente que lo necesita para calentarse’. Le dijimos que nosotros necesitamos vivir”, recuerda Cherqui, piensa un momento, miro al logko y anuncia: “Galuccio anunció que YPF hará mil pozos de no convencional. La lucha va a seguir”.

* Artículo publicado en abril de 2013 en la revista MU de www.lavaca.org

lunes, 29 de julio de 2013

Sustitución de cultivos transgénicos y responsabilidad científica. No hagas casos a los técnicos, hazle casos a las plantas. La solución esta en el medio y no en la especie

Sustitución de cultivos transgénicos y responsabilidad científica

No hagas casos a los técnicos, hazle casos a las plantas. La solución esta en el medio y no en la especie

Sustituir los transgénicos es más facil que lo que muchos creen, hay alternativas más eficientes con el empleo de semillas criollas capaces de lograr cosechas con altos rendimientos y sin necesidad de utilizar agrovenenos. Pero para resolver este problema debemos ser capaces de desaprender… Nos dicen Samuel Scarpato Mejuto y Antonio Ibarra Zavarce, dos encumbrados académicos y investigadores de la Universidad Centrooccidental Lisandro Alvarado (UCLA) de Venezuela.
Para abrir esta nota en pdf e imprimir haga click aqui: Sustituir los cultivos transgénicos (14)
PREMISA 1: ESTAMOS ENFOCANDO MAL EL PROBLEMA, POR TANTO ESTAMOS CANALIZANDO MAL LA SOLUCIÓN. Combatir los transgénicos es bueno, pero dejar de investigar en el desarrollo de tecnologías más eficientes no lo es. La humanidad pisa los ocho mil millones de individuos. Dejar de alimentar a la población es una monstruosidad, pero producir alimentos que atenten contra la salud, es aún peor. Entonces, no sólo se trata de escoger entre producir mucho o producir sano, obligatoriamente hay que conciliar. Los cultivos deben ser sanos y cuantiosos.
PREMISA 2: LAMARCK TENÍA RAZÓN, DARWIN TAL VEZ NO. La academia sigue a ciegas por más de siglo y medio a un viajero, explorador y observador que nos dejó importantes anotaciones. Obviamente el medio condiciona la especie y la más apta sobrevive y evoluciona a partir de un antepasado común, en eso tal vez tenía razón Charles Darwin (Inglaterra, 1809-1882). Pero, si el medio condiciona la especie, ¿por qué la biotecnología insiste en cambiar la especie en vez de acondicionar el medio?, ¿por qué una especie no puede retornar a lo que era en esencia a partir del condicionamiento del medio? Convirtieron las observaciones de Darwin en textos religiosos, asumieron literalmente sus postulados, no vieron detrás de ellos. Por el contrario, en el siglo anterior, Jean Baptiste Pierre Antoine de Monet de Lamarck, mejor conocido sólo como Lamarck (Francia, 1744-1829), hace importantes descripciones también “evolucionistas”, pero con más atención entre los “hechos” y las “relaciones”, con lo cual sentó las bases para estimar el efecto determinante del medio en la evolución, pero no tanto en la “competencia”. La relación con el medio, condicionaría más la evolución, que la competencia entre las especies. Nota contextual: Los tiempos de la “Revolución Inglesa” (donde años luego nació Darwin), plantearon diversas discusiones, especialmente el liberalismo económico que dio enorme impulso a la “Revolución Industrial” y a la explotación inmisericorde de los recursos naturales y de la dignidad humana. No se cuestionaba la explotación humana, tampoco la explotación del medio, para así apuntalar el “progreso” de las naciones. Por su parte, la “Revolución Francesa” (el contexto donde ya Lamarck era adulto), se planteaba otra situación, más referida a la libertad política y de pensamiento, donde lo humano contaba un poco más. Las ideas, menos pragmáticas, impulsaron los más universales gritos de libertad y de lo que hoy llamamos derechos humanos.
PREMISA 3: LA SOLUCIÓN ESTÁ EN EL MEDIO, NO EN LA ESPECIE. Si acordamos este postulado y adicionalmente lo hemos comprobamos en campo, entonces pasemos a explicar el grano del asunto. La “ciencia” agronómica en las últimas décadas ha dedicado enormes esfuerzos por concentrarse en la planta, más no en el medio (aun cuando éste se estudia en muchos casos correctamente pero sin la adecuada relación científica). Usualmente se presta más atención a la “variedad” que tal vez sea más “adaptable” a determinado micro clima y que a su vez sea más “resistente” a ciertas plagas presentes, en vez de preguntarnos ¿por qué suceden estas cosas? (me refiero a una variedad “inadaptada”). Así, se han dedicado miles de millones de dólares en enredar las cosas, envenenar los suelos y en hacer desaparecer lo más rico que existe en el planeta: la biodiversidad.

PREMISA 4: EL GENOMA DE LAS PLANTAS ES MÁS COMPLEJO QUE EL GENOMA HUMANO, POR TANTO INCOMPRENDIDO. Apenas se ha dedicado algo de atención a tratar de comprender el genoma humano, y aún no se llega al fondo del asunto. El genoma de las plantas es más extenso, más complejo y menos estudiado, comprendemos menos cómo funcionan los “switches hormonales” en las plantas, a las que se ha querido tratar como torpes y esclavas útiles de nuestros designios. El espacio infinito y el fondo de los océanos se ha estudiado más que el genoma de las plantas, y son las que sostienen la vida en el planeta, lo cual es una tremenda ironía! Se han hecho experimentos monstruosos con el genoma de las plantas, sin comprender su verdadera relación con el medio. Se ha jugado con la manipulación genética antes de “jugar” con la mencionada relación. Se ha supuesto que con un gen de ratón en el maíz, éste será más adaptable y resistente a determinada plaga, o que insertando un gen de araña en las vacas, la leche al pasteurizarla y deshidratarla conservará su elasticidad. Es la abominación de la curiosidad humana, es algo que rompe los límites éticos y morales de la ciencia. Comprender el genoma vegetal, sin cambiarlo, nos llevará a saber más de las plantas y anticipar su comportamiento. Descubrir la larga lista de “switches hormonales” en las plantas nos llevará a saber, así como en el cuerpo humano, que la Vitamina C debe tomarse para ayudar al organismo a fijar el Hierro, o que al tomar un poco de sol fijamos mejor ciertas vitaminas (son apenas dos ejemplos de “switches hormonales”). Las plantas funcionan de manera más o menos parecida. Se han descubierto y explicado algunos “switches hormonales” en las plantas. Sabemos que el nitrógeno (que inducen el verdor y follaje) no es bien asimilado por la planta si ésta no es inducida primero con Calcio (preferiblemente Carbonato de Calcio). El vigor, salud y capacidad reproductiva que aporta el fósforo no lo capta ni metaboliza bien la planta si antes ella no fue alentada con magnesio. La floración que induce el potasio no despierta nada en la planta hasta que no la hacemos reaccionar (previamente) con azufre. En fin, son tantos “switches hormonales”, pero lamentablemente conocemos apenas una minúscula parte de ellos.
PREMISA 5: LA CLAVE ESTÁ EN EL SUELO. Si sabemos que la planta no tiene boca y qué sólo absorbe agua como el ascensor, el vehículo de los alimentos y los refrigerantes en su organismo, entonces ¿cómo se alimenta? La planta adquiere la mayor parte de sus alimentos vía electrólisis en las minúsculas vellosidades en la raíz. Por eso, si el suelo no tiene suficiente capacidad de conducir la electricidad, la planta no se alimentará bien. El suelo es mucho más que un sostén para la planta. Es el principal medio que ella tiene para relacionarse con los demás elementos que hacen posible la vida. Si un suelo no está suficientemente restaurado en su fertilidad, los cultivos a duras penas podrán desarrollarse. La regeneración de los suelos es la clave que condiciona el comportamiento de los cultivos y es nuestro principal medio para comunicarnos con ellos. Hay que revertir las prácticas que degradan los suelos, las técnicas erosionantes, aquellas que tienden a convertirlos en desiertos (desertización, no desertificación), antes que sea demasiado tarde. Sin embargo, hemos conocido científicos que han logrado recuperar hasta los suelos más estériles (a despecho de los profetas del desastre), lo cual es un gran aliciente para la vida en el planeta. La composición física, química y biológica del suelo es la base de esta tecnología, el adecuado pH, la soltura, suficiencia de materia orgánica (no sólo compostada sino humificada), la capacidad de intercambio iónico, por tanto la conductividad eléctrica, todo lo cual es vital para echar a andar lo que sigue.
PREMISA 6: LA NUTRICIÓN DEBE SER ESPECÍFICA, NO GENÉRICA. Una vez restaurado el suelo con fines de fertilidad. Pasamos a programar los requerimientos nutricionales de la planta. Si hemos dicho que la planta tiene un genoma más complejo que el que tenemos los humanos, entonces deberíamos saber que ella requieren una enorme variedad de alimentos, en su mayoría disponibles por vía órgano-mineral en la naturaleza (si los sabemos aprovechar). No basta desarrollar las fórmulas alimenticias por familia botánica, hay que hacerlo por rubro en específico. Por ejemplo dentro de las solanáceas tenemos, entre otros rubros, a las papas, los tomates y el tabaco, tres cultivos de los que se cosechan partes muy distintas de la planta por tanto el programa nutricional no puede ser de la familia botánica (solanáceas), tampoco del género botánico, sino de la especie. A su vez, la planta tiene fases fenológicas o etapas en su crecimiento que requieren nutrimentos para efectos muy distintos: brote de la semilla, enraizamiento, crecimiento o encañado, desarrollo de follaje, floración, fructificación, cuajado de frutos, llenado o engorde de frutos, cosecha, recuperación de energía, producción de semillas, etc. Son muchas especies y son muchas fases, entonces son tantas más las formulaciones (más de ciento cuarenta y cinco). La agricultura de síntesis química emplea formulaciones de N-P-K muy limitadas y jamás desarrolladas para rubros específicos y según fases de crecimiento específicas. Por su parte, los ecologistas por años hemos cometido el error de incorporar a los suelos y rociar las plantas con compuestos orgánicos sin percatarnos primero de su composición química, para saber si es lo que está requiriendo el cultivo según su especie y fase fenológica, como ya se explicó. La nutrición orgánica y mineral (ecológica) siempre será lo ideal, pero hay que tener a mano el respectivo análisis de su composición física y química antes de dosificárselo al cultivo.
PREMISA 7: CUANDO LA PLANTA PIDE YA ES TARDE. Las plantas responden (como todos los seres vivos) a los efectos, por tanto no hay que atacar los efectos sino las causas pero de manera anticipada. Cuando la planta ya fructificó, por ejemplo, no hay que inducirla a fructificar más, por cuanto el metabolismo de las plantas siempre muestran los efectos de los nutrimentos metabolizados días antes, con lo cual ellas pasan a la siguiente fase fenológica. Por eso siempre debemos anticiparnos cuando un diez por ciento o menos del cultivo comience a mostrar el inicio de cierta fase fenológica, para inducir los nutrimentos de la subsiguiente fase. Espero hayan comprendido esta parte, un poco complicada, pero cuando la practicas al poco tiempo se te hace común.
PREMISA 8: EL CULTIVO NO DEBE ATRAER PLAGAS, SI LAS ATRAE, ESTÁ MAL. Ningún cultivo debe atraer plagas, sin discusión. Sonará tonto pero el uso de venenos (sean de síntesis química u orgánicos) es para repeler las plagas (obvio). Entonces, si enseñamos o cooperamos con las plantas para que ellas mismas se defiendan, ERRADICAREMOS EL USO DE PLAGUICIDAS EN NUESTROS CULTIVOS Y EN EL MUNDO. Cuando la planta está bien nutrida y su medio adecuadamente restaurado, sus defensas están altas por cuanto sus hormonas están en equilibrio, y no producen aminoácidos ni azucares libres, por lo tanto no atraen plagas y si éstas llegan, se morirán de hambre. bingo! las plantas saben defenderse. Si comprendes eso ya resolviste la mitad de los problemas de la humanidad.
PREMISA 9:(*) LA AGRICULTURA ORGÁNICA Y LA AGRICULTURA CONTAMINANTE SON DOS CARAS DE LA MISMA MONEDA. Esta parte es la más difícil de explicar. Nos han puesto contra la pared, los ecologistas, las empresas, los gobiernos, la opinión pública…, ¿se trata de producir alimentos sanos o alimentos suficientes y rentables?, para ser realmente SUSTENTABLE, debe ser sano, suficiente y rentable, de lo contrario no es sustentable. Si el cultivo atrae plagas (ya lo dijimos) está mal tratado, sea orgánico o sea en apariencia ecológico. Si el cultivo atrae plagas entonces su desbalance hormonal es marcado y su aporte nutricional no ha sido el más adecuado. Por tanto aquí se cae la tesis de lo orgánico a ultranza. Los cultivos orgánicos también pueden ser anti ecológicos, no sólo porque atraen plagas y nutren deficientemente a quienes los consumimos, sino por otra razón más determinante. Un cultivo con bajos rendimientos nos empuja a extender la superficie cultivada, por tanto a eliminar bosques, selvas y praderas naturales. Tal como está planteada la agricultura orgánica en el mundo, no basta para autoabastecernos al 100% por lo cual requerimos la compra de otros alimentos por compensación, entre tanto la ecuación basta para satisfacer a los que tenemos subsidios o ingresos extras provenientes de otra actividad. Pero, ¿qué pasa con los agricultores que dependen al 100% de su actividad para sostener a toda la familia y dignificar su calidad de vida (no de consumo)? Como ecologista, me he paseado por múltiples prácticas, geografías, alianzas, hasta que el juego se me trancó cuando quise experimentar sustentar al 100% mi familia con la agricultura orgánica. Allí a los ecologistas se nos olvida que somos ocho mil millones de personas en el planeta y tal vez una cantidad mayor de animales, todos demandando energía y alimentos (que son energía). No basta con producir alimentos sanos, deben ser cuantiosos, es la única manera para que la pequeña y mediana agricultura (obvio que también la grande) no continúe extendiendo la frontera de cultivos y arrasando las pocas áreas naturales que nos quedan. Esto es un verdadero drama en América, Asia, Europa, Oceanía y África. Madagascar, bella cultura, endémicos y hermosos animales, ya perdió el noventa por ciento de sus bosques y selvas. Europa tal vez perdió una mayor proporción de bosques. En África tal vez quede un tercio de sus selvas originales. América ya perdió más del sesenta por ciento de sus bosques y selvas. Oceanía aún peor. Si no comprendes esta relación, eres parte del problema.
PREMISA 10: ALIMENTAR LAS PLANTAS INADECUADAMENTE, AUN CUANDO SEA POR LA VÍA ORGÁNICA, PUEDE HACER DAÑO. Cuando el alimento hace daño, se llama TROFOBIOSIS, dispara un acentuado desbalance hormonal, que obliga a las plantas a DEGRADAR proteínas convirtiéndolas en AMINOÁCIDOS LIBRES y AZUCARES LIBRES, (alimentos para las plagas), baja las defensas y los cultivos atraen plagas. He aquí la razón por la cual comprender a fondo el comportamiento metabólico y los requerimientos nutricionales por especie y por fase de crecimiento muy en específico, además de un suelo previamente restaurado en su fertilidad, todo lo cual se explicó. Lo orgánico no basta, hay que hacerlo bien.
PREMISA 11: LA MEDICINA (EN SU MAYORÍA FUMIGADAS), AUN ORGÁNICAS, PUEDE HACER DAÑO. De igual forma la IATROGENIA sucede cuando literalmente “el remedio es peor que la enfermedad”, a su vez produce un efecto aún más grave que la TROFOBIOSIS, por eso un veneno lleva al uso de otro, hasta que el agricultor se hace eterno esclavo de los agro-venenos (plaguicidas, fungicidas, herbicidas y otros). Si ya comprendiste bien los puntos anteriores, no harán falta los venenos, pero sí un adecuado sistema de rotación y asociación de cultivos.
PREMISA 12: LA ALELOPATÍA ES UN BUEN MECANISMO PARA LA ROTACIÓN Y ASOCIACIÓN DE CULTIVOS. Existen especies que no se las llevan bien con otras, en cambio, existen ciertas combinaciones que no sólo son beneficiosas, sino productivas. Hay que cuidarse de rotar liliáceas (cebolla, cebollín, ajo, ajoporro, espárragos, etc.) con gramíneas (avena, trigo, maíz, cebada, etc.) por ser contraproducente, al igual que rotar solanáceas (pimentón, ají, tomates, papas, tabaco, lulo, berenjena, etc.) con cucurbitáceas (patilla -sandía-, chayota, melón, auyama -zapallo o calabaza-, etc.) o con leguminosas (caraotas -frijoles o porotos negros-, arvejas, lentejas, garbanzos, habas, etc.), también es contraproducente. Peor aún es rotar especies de una misma familia. La lista de rotación es larga y la lista de combinaciones beneficiosas es enorme. Recordemos que cada uno de los puntos aquí tratados es un módulo de conocimientos que debe estudiarse y desarrollarse con más profusión.
PREMISA 13: LOS TRANSGÉNICOS NO HACEN FALTA, PODEMOS USAR SEMILLA AUTÓCTONA, CRIOLLA O NATIVA, INCLUSO PODEMOS REVERTIR LOS TRANSGÉNICOS. Al comprender el metabolismo profundo de las plantas, estaremos en capacidad para cooperar con ellas para logar cosechas sanas y altamente productivas, con la ventaja de hacerlo con semilla criolla o nativa. Aún más, hemos logrado revertir ciertas variedades de cultivos, incluso hemos obtenido semillas hijas de transgénicos que logramos volver a su esencia en su secuencia genética conforme los postulados anteriores. Nuevamente Darwin se equivocó. Si reacondicionamos el medio, podemos hacer que la especie reaccione y vuelva a su esencia. De esta manera podemos recuperar y consolidar bancos de semillas nativas sin mayor dificultad, acompañadas de técnicas propias para la preservación y almacenamiento de semillas y material biológico. Así, hemos logrado una producción de maíz (con semilla nativa) de más de diecisiete toneladas por hectárea cuando la media mundial a duras penas sobre pasa las cinco toneladas. Podemos decirles que hemos visto soja no transgénica sino nativa, produciendo más de siete toneladas por hectárea. Picos de café superando con comodidad los cien quintales por hectárea/año sin uso de un gramo de venenos. Pero, de nada servirá hablarte de nuestros resultados en otros rubros, como papas, cebolla, tomates, plátanos o caña de azúcar, si tu mente no está abierta a las premisas planteadas anteriormente.
PREMISA 14: EL PROBLEMA ES DE VIDA, NO DE IDEOLOGÍA POLÍTICA PARTIDISTA. He visto con curiosidad cómo la práctica ecologista históricamente ha atraído y asimilado a activistas anti sistema, anti capitalismo, anti globalización y un largo etcétera de complejos grupos de presión que influyen en buena parte de la opinión pública, eso es bueno. Pero el problema del hambre es global, como también es el problema de quedarnos todos sin agua o de morir envenenados. Entonces la solución debe ser global, no de una comunidad de activistas. Si las derechas y las izquierdas no cooperan, esto se acabó. Si los gobiernos, sin importar su orientación político partidista, no cooperan, esto no tendrá solución. ¿Saben por qué?, no sólo porque el problema es global, sino porque ningún gobierno está solucionando el problema, por eso decimos que no es la ideología política la que lo resolverá, sino la infinita comprensión humana será la que dé este importante salto evolutivo.
PREMISA 15: OBSERVA LA NATURALEZA Y APRENDERÁS. Podemos darte nombres, fechas lugares precisos, coordenadas geográficas o UTM para que vayas y veas tantas experiencias exitosas. Pero la mejor observación es la que debes hacer en tu propio entorno y en las áreas naturales a las que puedas visitar. Allí encontrarás todas las claves y todas las respuestas. En las comunidades indígenas y en el campo, hemos aprendido más que en las universidades, pero hay que saber observar, no basta con detectar, hay que relacionar los fenómenos y estos con el medio y todo su conjunto nuestro futuro.
PREMISA 16: DESPROGRAMA TU MENTE Y COMPRENDERÁS. Reconocer que tenemos dos siglos de equivocaciones científicas es difícil de lograr, al menos en el medio académico. Las muestras en el planeta entero nos ilustran los desastres de una ciencia mal conducida, expresada en la devastación inmisericorde de recursos naturales y de toda índole, además de la esclavitud humana cada vez más dependiente de tecnologías altamente contaminantes, utilizadas por ricos y pobres, izquierdas y derechas, sin distingos de razas y credos. Así como el problema es global o común a todos, la solución pasa por despertar a la necesidad de revertir muchas teorías y, literalmente, comenzar de nuevo. PARA ESO DEBEMOS APRENDER A DESAPRENDER.
PD1: A. Ibarra y S. Scarpato investigan juntos desde 1995, ya dedicaban tiempo anterior a este tema. Ambos han puesto informes revelatorios en manos de todos los ministros de agricultura de Venezuela en los últimos veinte años y aún no hemos recibido respuesta. samscarpato@yahoo.com
PD2: Otro enlace complementario que publicamos en el medio Aporrea.org:
http://www.aporrea.org/actualidad/a48931.html
(*) Nota del administrados del blog: El artículo esta por demás interesante y concuerdo prácticamente con todas las premisas, excepto la 9, ya que considero y hay pruebas que se puede obtener una agricultura orgánica y muy abundante, ademas de que cada uno de nosotros podríamos en poco o mucho espacio, cultivar nuestras propias verduras y no depender tanto de los que puedan producir los agricultores. Es un tema por demás interesante, por lo que decidí publicar este artículo y sería muy bueno hacernos llegar tu opinión.

domingo, 28 de julio de 2013

Desmonte, negocio y silencio

Desmonte, negocio y silencio

Un nuevo puerto que se anunció como el mayor emprendimiento zonal desde la desaparición de los frigoríficos Swift y Armour se levanta con la promesa de una reactivación económica y laboral. La transformación de la zona es un hecho y las irregularidades del proceso también. ONGs, abogados y especialistas en medio ambiente denuncian que se controla poco y se informa menos. Que la obra podría haberse hecho de otra forma y que el nuevo puerto es parte de un proyecto continental para eliminar las “barreras naturales” al capitalismo.
Por Matías Ortega, Daiana Melón y Josefina Garzillo 


El río tiene una sabiduría y un equilibrio propios: todo lo que se lleva también lo trae. Así opina Marcos Marini, que habita el monte ribereño y conoce los beneficios del cauce natural de las aguas. Como isleño, le ha tocado resistir la inclemencia de las sudestadas y sabe que, a pesar de la fuerza de la naturaleza, la cosecha siguiente siempre es fructífera porque el suelo se enriquece y no hace falta agregar ningún tipo de nutriente.
Pero las cosas han cambiado para los productores familiares del delta del Río Santiago. “Ahora un relleno de cuatro metros atraviesa totalmente nuestra forma de vivir y producir —lamenta Marini—. El impacto ambiental y cultural que están generando las obras de dragado en el río es irreversible”.
Se refiere a la megaobra que el gobierno provincial puso en marcha en Berisso con la promesa de “reactivación de la industria naviera, reposicionamiento estratégico del puerto e impulso del comercio exterior”. Los cambios fueron rápidos y bruscos, con la prepotencia de una topadora, cuenta Marini. “Uno de los productores, Gerardo Dawidiuck, nos avisó que estaban abriendo una calle pasando por arriba de dos quintas. Eso fue en noviembre de 2011. A los dos meses vimos que llegaban máquinas que rompían todo a su paso”.
La empresa responsable del dragado es Pentamar S.A, contratada por TecPlata S.A., firma que lleva adelante la obra del puerto después de haber recibido la licitación “sin audiencia pública ni consulta a la comunidad”. Como integrante de la asamblea Salvemos al Monte, de Berisso, Marini asegura que estas corporaciones sabían que tenían que actuar rápido, “en verano, cuando no hay nadie, ni un funcionario. Pero sí estábamos nosotros —distingue—: en el monte no hay vacaciones”.
En la actualidad, el consorcio del Puerto otorga permisos de uso, a cambio del cobro de un canon. “Desde que se creó ha actuado como dueño, desconociendo leyes nacionales, provinciales y locales que protegen la zona”, agrega.
La asamblea está integrada por productores de la cooperativa del vino de la costa, la asociación de productores familiares Isla Paulino, vecinos de Berisso, profesionales y estudiantes de las universidades de La Plata y Buenos Aires, las fundaciones Biósfera y Agronegocios, la ONG Nuevo Ambiente, la organización Ala Plástica y otras del ámbito nacional. Desde que se puso en marcha la obra, la tarea principal de Salvemos al Monte es acercar a la comunidad la información que gobierno y empresas “dan a cuentagotas, después de largos pedidos de informes”.
Casi todas las fuentes consultadas por La Pulseada manifiestan desconocer el texto definitivo del proyecto. El biólogo especialista en evaluación ambiental de grandes obras de infraestructura Marcelo Somenson afirma que “el proyecto y el estudio de impacto ambiental tuvieron poca difusión. La asamblea Defensa del Monte Ribereño tuvo acceso gracias a un pedido de informes elevado al Defensor del Pueblo”.
Somenson, que participó con dicha asamblea en actividades culturales por la defensa del monte y acompañó como especialista a la fundación Nuevo Ambiente en la causa judicial iniciada para preservar el paisaje protegido, agrega: “La obra de dragado se encuentra muy avanzada. Posiblemente se haya perdido de forma irreversible una superficie que estimo en un 20% del paisaje protegido”.
El Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS) es la autoridad encargada de velar por la preservación ambiental bonaerense. Después de analizar el estudio de impacto ambiental aprobado por el OPDS, Somenson evalúa que éste “ha sido completamente elaborado por un ingeniero mecánico con especialización en Higiene y Seguridad, lo que resulta claramente insuficiente para un estudio de estas características”.  A la vez, señala que la autoridad de aplicación ambiental “no exigió que se realice un análisis de alternativas de disposición final o aprovechamiento de los barros generados por el dragado, como se hizo en otras grandes obras con generación de grandes volúmenes de barros, como el caso de los túneles aliviadores del arroyo Maldonado, en la Ciudad de Buenos Aires, donde los barros fueron aprovechados para el relleno de canteras de suelo abandonadas”.
Horacio Beláustegui, desde la fundación Biósfera, y Marini, de Salvemos al Monte, coinciden en que el fondo de la cuestión es que existe un plan de desarrollo inmobiliario privado que podría tener vía libre a partir de la cementación del monte.

Promesa y deforestación

Tan significativa es la “inversión privada” en materia portuaria para el gobierno provincial que sucesivamente desde 2007 merece párrafos aparte en los discursos de Daniel Scioli ante la Asamblea Legislativa, ocasión en la que el funcionario marca los puntos centrales de su gestión.
En las últimas tres asambleas, el gobernador le dedicó elogios al proyecto de la terminal de contenedores en el Puerto La Plata. Ante los legisladores, al abrir el periodo de sesiones ordinarias de la Legislatura en marzo de este año, dijo que se tratará de “la obra portuaria más importante del país con una inversión privada de 400 millones de dólares”, y “un imán de inversiones para la región”.
También mencionó que el proyecto “posibilitará el ingreso de embarcaciones de mayor porte” y “generará más de 3.000 puestos de trabajo directo e indirecto”. Y no ahorró adjetivos cuando calificó de “revolucionarias” las obras viales que complementan este proyecto, como el tercer carril en la autopista Buenos Aires-La Plata.
Marini entiende que la promesa del trabajo “es una mentira contra la gente, que aún tiene la idea del puerto del siglo pasado, con fábricas e industrias que tomaban mano de obra”. En cambio, plantea, “éste es un proyecto de corte netamente capitalista donde TecPlata gana y nosotros vamos a terminar poniendo kioscos, parripollos y gomerías a su servicio después de que nos destruyan el territorio”.
En la Legislatura se denunciaron varias irregularidades vinculadas a esta megaobra: el primer llamado de atención data de 2008, cuando desde bloques opositores se alertaba sobre el convenio para la concesión de uso de la cabecera Río Santiago Este, suscripto con TecPlata S.A.
A pesar de que el gobierno provincial logró el aval del acuerdo, hay un pedido de informes que dejó sentados estos reclamos. El texto recuerda que la concesión se realizó sin haber llamado a una licitación pública ni contar con el acuerdo de conformidad previa de la Contaduría General, la Asesoría General y el Fiscal de Estado (que luego rechazó el acuerdo firmado por la administración de Scioli).
El pedido de informes cuestiona también que el convenio “presuntamente ilegítimo” adjudica la explotación comercial por 30 años y, si así lo desea la empresa, hasta por 60. Además, recuerda graves antecedentes de la empresa filipina International Container Terminal Services, integrante de la firma TecPlata S.A., con el Estado (ver aparte: “Una aventura con antecedentes”).
En sintonía con las denuncias, Marini recordó en diálogo con La Pulseada que esta firma multinacional se vio atraída por invertir en Argentina ya que “no se le exige tributar a nivel nacional ni tratar los barros contaminados removidos del río, como sí lo demandan otros países”. 
Las obras continuaron. Las advertencias también. En 2011, desde el partido Generación para un Encuentro Nacional (GEN) se le reclamó al Ejecutivo que se realizaran estudios para determinar el impacto que producirá en el tránsito vehicular el nuevo transporte de carga. El reclamo parte de una ecuación simple: puede preverse la incorporación de 1.000 nuevos camiones circulando por la autopista La Plata-Buenos Aires, por la avenida 60, que une La Plata con Berisso, y por los caminos Rivadavia y Vergara, en el partido de Ensenada, para la utilización de la terminal de contenedores.
Igualmente, el año pasado, la presidenta de la comisión de Ecología y Medio Ambiente de la cámara de Diputados, Fernanda Antonijevic (FAP), visitó la zona del puerto acompañada por ambientalistas que se oponen al proyecto. Tras esta visita se elaboró, el año pasado, el pedido de informes al Ejecutivo para que mediante el OPDS informe, entre varias otras cuestiones, si las obras que se están llevando a cabo en la zona de paisaje protegido del monte ribereño (entre Berisso y Ensenada) están respaldadas por estudios de impacto ambiental.
Según la diputada Antonijevic, la situación es “preocupante”: “Toda la zona, principalmente en lo que corresponde a la isla Paulino y al monte Santiago, ha sido sujeta a un proceso de deforestación de importantes dimensiones, con el impacto ambiental negativo que esto conlleva para la zona considerada paisaje protegido”.
A esto se suma el dragado en la zona de las cuatro bocas y el “refulado” (el depósito de lo extraído) sobre el monte ribereño, que presenta altos niveles de contaminación; en el Canal Río Santiago se encuentran metales pesados y otras sustancias peligrosas como consecuencia de descargas provenientes del Arroyo El Gato, el Canal Oeste y Este. Se trata de cursos de agua contaminados por las actividades fabriles; es el caso de la destilería de YPF.
A pesar de estas observaciones, desde el OPDS se defiende la iniciativa a rajatabla. Su titular, Hugo Bilbao, refuta el trabajo de especialistas: “Podemos dar fe de que tanto la empresa como el Consorcio del Puerto toman los recaudos suficientes para que la obra cumplimente en su totalidad con la legislación y los parámetros amigables con el medio ambiente”, consideró recientemente el funcionario.
Los dardos de los ambientalistas también apuntan al Defensor del Pueblo, Carlos Bonicatto, alineado al gobierno sciolista en la defensa de este megaproyecto. No obstante, el funcionario sostiene que desde su cargo también se está velando “por los intereses individuales y colectivos del pueblo bonaerense y, fundamentalmente, en términos de medio ambiente”.

Biodiversidad en peligro

Gran parte de las obras que demanda la construcción del puerto están transformando la zona, quizá de modo irreparable. Uno de los cambios más significativos es la destrucción del humedal del partido de Berisso. Los humedales son territorios de gran importancia que purifican el aire y el agua, y poseen una flora y fauna características.
Argentina es uno de los firmantes de la Convención Relativa a los Humedales de Importancia Internacional, conocida como Convenio de Ramsar, firmado en esa ciudad en Irán, en  1971.  A pesar de que ese convenio establece pautas de uso y conservación de estos territorios, gran parte del humedal de la ribera de la ciudad de Berisso (extendido en una franja costera de 180 kilómetros), está siendo destruido para levantar el puerto.
En Berisso se construyó una barrera de cemento en el borde costero. En diálogo con La Pulseada, la responsable del Centro de Investigaciones del Medio Ambiente (CIMA) de la facultad de Ciencias Exactas, Alicia Ronco, explicó que este tipo de obras evita el escurrimiento del agua, el nuevo crecimiento del monte y que existen formas menos nocivas de construir que no fueron contempladas.
Marini alerta que la destrucción del humedal implica la pérdida de un filtro vital de los contaminantes que se encuentran en el río. “Esto afecta a toda la región, ya que el agua de red que se toma de este mismo lugar”, agrega.
En el plano provincial, las Islas Paulino y Santiago pasaron a ser paisajes protegidos por la ley provincial Nº 12756, sancionada en octubre de 2011. La regulación “tiene por objeto conservar la integridad natural, geomorfológico, histórico y urbanístico de dicha zona”. Berisso y Ensenada son los encargados de su preservación. Pero las obras continúan avanzando.
Para permitir la entrada de barcos de gran profundidad se dragó el primer tramo del canal de acceso del río. El barro extraído, que posee hidrocarburos y otra serie de sustancias tóxicas, fue depositado en la isla Paulino. Este es uno de los hechos más contaminantes y podría haberse evitando de manera simple.
“La empresa encargada del dragado no quiso gastar dinero en depositar ese barro donde está aprobado hacerlo. Les era más barato tirarlo al monte para evitarse el traslado y así fue. Lo que no dicen es que si conquistan el suelo, si lo cementan, después pueden construir arriba. Están destruyendo el ecosistema”, sentencia Horacio Belústegui de la Fundación Biósfera de La Plata, que acompaña las demandas en defensa de la zona ribereña.
Para Somenson, el mayor impacto de los barros sobre el monte es sobre todo “la elevación del nivel del terreno por encima de la cota de inundación del río, lo que transformará de forma irreversible el humedal y monte ribereño”. Por eso considera fundamental que la OPDS convoque a la conformación del Comité de Manejo Ambiental del Paisaje Protegido, previsto por ley, para que exista “un espacio participativo e interinstitucional para la planificación y gestión de la reserva”. Concretar esto asomaría como un paso importante para frenar posibles proyectos —por ejemplo, inmobiliarios— que sigan destruyendo el monte.
Un reciente perfil de la isla realizado en el territorio por trabajadores sociales de la UNLP a partir de las reformas en el puerto y entregado a la municipalidad de Berisso observa el contraste entre “los intereses del puerto” y “los de los que viven en la isla, los berissenses en general y los residentes de Ensenada”. Lo más preocupante, según el informe al que accedió esta revista, es la contaminación y el hecho de que el  “incremento del tránsito en el canal” desde este año desmorona los bordes de la isla. Para reparar y mantener los caminos piden “medidas urgentes” (ver más en nuestra web).

El cauce de la justicia

Mientras las máquinas avanzan en la destrucción de los bosques en las islas Paulino y Santiago, la justicia busca mediar en la construcción del puerto de contenedores. La causa está en manos de la jueza Civil y Comercial Gladys Mabel Cardoni y se originó con la presentación de un recurso de amparo impulsado por la fundación porteña Agronegocios, ligada a la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad de Buenos Aires, al cual adhirieron las ONGs locales Nuevo Ambiente y Biósfera a través de un  “amicus curiae” (una figura jurídica que permite a terceros involucrarse voluntariamente, como “amigos del tribunal”, para colaborar en la resolución del litigio aportando información o una opinión fundada).
Uno de los puntos centrales denunciados fue la inconsistencia del estudio de impacto ambiental. Entre sus cuestionamientos, se apuntó a que —como señalaba Somenson— fue confeccionado por un ingeniero civil y sin un equipo interdisciplinario, tal como amerita un trabajo de esta dimensión. Según los ambientalistas, el estudio muestra un desconocimiento en materia biológica, no detalla relevamientos de campo y omite actividades productivas en la región.
Aunque a paso lento, la causa está avanzando. Por ejemplo, se hicieron peritajes en la zona. En marzo se realizó una audiencia de la que participaron tanto los denunciantes y quinteros de la zona como el OPDS, el presidente del Puerto La Plata, Mariano Goyenechea, Carlos Bonicatto y directivos de la empresa TecPlata. En esa ocasión, las ONGs hicieron foco en el irreversible daño que supone volcar el refulado del dragado (el sedimento del fondo del río) sobre la isla Paulino e insistieron con la insuficiente información brindada por las autoridades provinciales.
Si bien la audiencia significó un paso adelante para los ambientalistas —hasta ese momento, la administración del Puerto y el OPDS les cerraban las puertas cuando pedían dialogar—, los denunciantes no se quedaron de brazos cruzados y solicitaron una nueva audiencia en la que intervenga la jueza Cardoni.
Lo que queda claro es que, ante el riesgo ambiental que implican las obras, el tiempo apremia. Así lo sintetiza Marcelo Martínez, titular de Nuevo Ambiente: El problema es que la degradación del ambiente avanza más rápido que la justicia”. Consultado por esta revista, Martínez denunció también el vuelco de casi un millón de litros de agua salada en forma diaria a unos de los canales que desemboca en el Río Santiago.
Mientras, Salvemos al Monte se reúne cada semana en Berisso para desarrollar estrategias de resistencia. “No queremos ceder nuestras tierras, ni imaginar que donde ahora hay una casa, mañana habrá un galpón o una playa de estacionamiento como el Dock Sud”. Marini entiende que la acción principal pasa por hacer circular la información que muchos vecinos desconocen. “Como asamblea y como habitantes de Berisso proponemos ser partes del diseño de nuestros territorios, dentro un plan de desarrollo sustentable e inclusivo —plantea—. Todos queremos un puerto pujante que dé trabajo, pero a las claras no es el modelo que se está realizando.