martes, 12 de mayo de 2015

Glifosato y la violencia cientifista

La visita del autor de "Comer sin Miedo" a la Argentina provocó reacción y polémica. Un par de escraches de militantes en la Feria del Libro y en la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) sirvieron para re-abrir la caza del "terrorismo ecológico". Mensajes de solidaridad se multiplicaron desde España, desconociendo el contexto dramático de los pueblos fumigados en Argentina. Así, el repudio a cualquier "amenaza" que el divulgador Juan Manuel Mulet pudiera haber sufrido no es motivo para ocultar una crítica necesaria. Se trata de la violencia que genera en el territorio la llamada "verdad cientificista". La defensa a ultranza del glifosato se refleja en un desprecio explícito al trabajo de Andrés Carrasco, incluyendo el hecho de que cita trabajos en idioma español. Es que para Mulet, a pesar de su nacionalidad: "El idioma de la ciencia es el inglés". Tal vez, podría agregarse: ¿el inglés con acento Monsanto?

ANÁLISIS
Por Eduardo Soler

El cientificismo cree que la verdad está encerrada en el laboratorio.

¿Quién es el personaje que decidió no asistir a una charla en la UNC porque -según expresó- había recibido amenazas de muerte? Así habla Mulet sobre las críticas al uso del glifosato: "se agarran como clavo ardiendo a un artículo del recientemente fallecido Andrés Carrasco, más trucado que la moto de un rocker". Este divulgador pretende conservar el efecto de sentido del cientificismo junto con el estilo de cualquier actor de stand-up. Una combinación explosiva que es preciso distinguir.

Para ello, nos valdremos de los conceptos vertidos en otra nota más extensa de Mulet: "Glifosato, mentiras y blog ecologistas". Allí el divulgador critica la denuncia ecologista de que los investigadores respondan a los intereses de Monsanto. Y detalla: "Personalmente como científico, me ofende bastante esta afirmación, entre otras cosas por qué yo tengo un artículo publicado sobre el glifosato que hice en mi tiempo libre sin ningún tipo de financiación". ¿De qué se trata este supuesto artículo científico?

El "artículo" de Mulet sobre el glifosato


Desde el principio, debe quedar en claro que el texto en cuestión no es un artículo científico como tal, sino una breve carta al editor, donde Mulet explaya sus críticas al trabajo del equipo de Carrasco (que sí es un artículo revisado por pares). Aún así, veamos sus argumentos. El eje que se destaca no es la refutación de la investigación realizada, en base a estudios propios, como se espera que se haga según el método científico. Más bien, se dedica a desdeñar los alcances del artículo, tachando los antecedentes que el equipo de Carrasco cita en la introducción y en las discusiones.

Así, para Mulet, la investigación no tiene validez, en primer lugar, porque retoma trabajos que no son científicos. Señala tanto que Carrasco osa mencionar "literatura política relacionada al ambientalismo" que no fuera publicada -a su vez- en una revista científica. No obstante ello, también descalifica otra cita, porque se trata de un estudio epidemiológico publicado en una revista de pediatría, y no de toxicología.

Relacionado con ello, en segundo lugar, toma como argumento que estos antecedentes fueron escritos en español, ya que eso habría imposibilitado la revisión científica del artículo. No es un detalle menor, ya que hace énfasis en este aspecto, en dos o tres pasajes de su breve texto. Desliza también que son trabajos escritos en países como Paraguay. "El inglés es el idioma de la ciencia", afirmó el propio Mulet en respuesta a nuestro señalamiento.

Sintetizando: La investigación de Carrasco sí se publicó en una revista de Toxicología, luego de las críticas recibidas en su momento por haberlo difundido primero por medios de comunicación, pero al parecer -para Mulet- sólo puede citar otros artículos de la especialidad científica. El trabajo de Carrasco estaba escrito en inglés, pero al parecer -según Mulet- para que sea considerado científico tampoco puede estar "contaminado" por antecedentes escritos en español, mucho menos si se refieren a un hospital de Paraguay.

Cáncer científicamente comprobado


Para lograr la comprobación científica que Mulet sugiere, quizá necesitaríamos experimentar directamente con seres humanos, en condiciones de laboratorio, para satisfacer los requisitos de cientificidad requeridos por el divulgador. Y, luego de ello, por supuesto, escribirlo en inglés y lograr su publicación por una revista científica, pero sin mencionar estudios epidemiológicos o cualquier otra fuente que no sea científica. Sin embargo, no encontramos salvedades acerca de los trabajos financiados por Monsanto u otras empresas directamente interesadas en el resultado de las investigaciones. De hecho, otras cartas al editor por el artículo de Carrasco fueron firmadas por científicos de esa corporación.

Volviendo al requisito de la experimentación, ese es justamente el problema señalado en su momento por Carrasco, ya que debe considerarse el uso que se da al glifosato en el país, evidentemente asociado a los cultivos transgénicos en un país con un modelo agroexportador. Por eso decía en su primer entrevista con Darío Aranda, justamente: "No en todo el mundo hay tan enorme cantidad de hectáreas con soja como se da en la Argentina. Hay casi 18 millones de hectáreas. Desde el punto de vista ecotoxicológico, lo que sucede en Argentina es casi un experimento masivo".

Carrasco nunca negó estar influido por las denuncias de los pueblos fumigados, sino todo lo contrario, se consideró el científico de los pueblos. Hizo desde su rol como investigador lo científicamente posible para demostrar la toxicidad del glifosato, utilizando modelos de anfibios, validados por la imposibilidad de experimentar con humanos: "Los modelos animales de vertebrados que hoy se usan en la investigación embriológica tienen una mecánica del desarrollo embrionario temprano y una regulación genética común. Los resultados deben ser considerados extrapolables cuando un impacto externo los altera".

En una reciente entrevista de Soledad Barruti, también el bioquímico Horacio Lucero explicaba la dificultad de delimitar las relaciones causa-efecto: "En primer lugar porque por supuesto no se puede experimentar en humanos, tenés que experimentar en animales con modelos adecuados como los anfibios que tienen el mismo proceso de embriogénesis que nosotros. En segundo lugar porque si vos acotás tu investigación a la población expuesta para que sea inapelable deberías aislar a esa población, procurar que no esté expuesta a ninguna otra sustancia, y luego establecer una relación entre la exposición y el daño. Es algo que podés hacer experimentalmente: agarrar anfibios y exponer las células al contaminante".

Experimento masivo o Precaución


En respuesta a esta incertidumbre científica, desde la filosofía y el derecho ambiental se antepone el principio de precaución. Porque mientras se espera que avance este "experimento masivo" en los pueblos fumigados, son personas reales las que sufren. En realidad, el fundamento original de la ciencia se basa en el falsacionismo, por el cual nunca se obtienen "verdades" absolutas, sino que se descartan mentiras o falsedades. En ese caso, incluso, se podrían solicitar investigaciones científicas que demuestren que el glifosato no representa un riesgo sanitario, en vez de pedir lo contrario.

Si no se lo hace, es porque la tecnociencia contemporánea trabaja mayoritariamente al servicio de las grandes corporaciones. En el caso de la biotecnología, a partir del negocio de las patentes. Ese es el caso de Monsanto con el glifosato, que no es el único pero sí resulta emblemático. En tal sentido, el argumento de Mulet es poco convincente. Si bien es cierto que la licencia sobre el agroquímico expiró hace años, el negocio principal consiste en las regalías sobre las semillas. Por eso el fuerte lobby sobre la Ley, y la solución transitoria de cobrarle directamente al productor.

Pero si no fuera así: ¿Cómo se puede explicar el interés manifiesto de Monsanto primero en contra de las investigaciones de Carrasco y recientemente negando la validez del informe de la OMS? Hemos demostrado largamente en Ecología Política del Glifosato en Argentina cómo la influencia de Monsanto perjudicó el informe oficial del Ministerio de Ciencia sobre la toxicidad del glifosato. Allí el problema principal son las fuentes, porque utiliza estudios patrocinados por Monsanto. Justamente, los que la OMS rechazó utilizar por motivos éticos, y que Mulet no encuentra inconvenientes en citar como prueba de la inocuidad del glifosato.

¿Mate o Glifosato? El periodismo científico

La última falacia cientifista es evidente. Para Mulet, solicitar que se prohiba el glifosato sería lo mismo que pedir prohibir el mate, porque ambas sustancias presentan posible riesgo para la salud humana según la OMS. Pero aquí justamente, las investigaciones sobre la yerba mate -aunque cuestionables, también- se desprenden del consumo humano, muy extendido en el país. Por el contrario, como mencionamos, los estudios sobre el glifosato no pueden hacerse directamente sobre humanos, porque claramente su efecto tóxico es mayor, y representa un límite ético que la ciencia no puede traspasar. Recientemente, se observó un video donde un defensor del agroquímico decía que se podía tomar el glifosato, pero se negó a aceptar un vaso. ¿Qué preferirá el divulgador español: una copa de glifosato o una ronda de mates?

La experiencia nos demuestra así que cuando algunos divulgadores o periodistas científicos se aferran a la verdad cientificista que sólo pueden demostrar los papers (artículos científicos, en revistas selectas, escritas en inglés) estamos muy cerca de confundir la realidad con nuestro conocimiento -aunque científico, siempre precario- de esa realidad compleja. De ese modo, esta especialización periodística corre el riesgo de transformarse en -tal vez- el último bastión de un periodismo que se piensa a sí mismo como profesional, objetivo y neutral. Nada más peligroso, sobre cuando se trata de develar los propios riesgos generados por la tecnociencia.


Ecoterroristas y científicos malos

El incidente ocurrido en la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) disparó por las redes sociales una denuncia al "terrorismo ecológico". En una carta dirigida a los medios, Mulet expresó que no se pudo "garantizar su seguridad" por "amenazas recibidas por las redes sociales". Y se despachó: "No tengo vocación de mártir y quiero ver crecer a mi hija". Quien lideraba las protestas era Sofía Gatica, la Madre de Ituzaingó que sí perdió una hija a causa de las fumigaciones. 
Sofía Gatica, quien por intervención de Mulet a la Embajada de España fue dada de baja en las redes sociales, publicó su propia carta pública: "Llamativamente a científicos como el doctor Medardo Ávila Vázquez se lo pretende sumariar por sus investigaciones sobre transgénicos, al doctor Carrasco en vida se lo intentó desprestigiar de una y mil formas, a las organizaciones de gente común que nos organizamos desde abajo para reclamar nos dicen “fundamentalistas” y a las “Madres de Ituzaingó”, las “locas”".
La mención a Medardo Ávila Vázquez se relaciona con el conflicto que sucede en el seno de la propia UNC. En su blog, también Mulet difundió una resolución del Consejo Directivo de la Facultad de Ciencias Medicas donde censuraban como "no científico" el trabajo epidemiológico coordinado por el investigador citado. También el estudio fue desautorizado por el decano de la Facultad de Ciencias Agropecuarias, que en agosto del año pasado firmó un convenio con Monsanto, que luego debió ser dado de bajo, sólo luego de la movilización popular. 
El estudio en cuestión se realizó en la localidad de Monte Maíz, de 8 mil habitantes, y demostró que -entre otros resultados- los casos de aborto espontáneo quintuplican el promedio nacional. Otro estudio de investigadores de la Universidad Nacional de Río Cuarto también constató la misma tendencia en poblaciones cercanas a campos fumigados con glifosato y otros agroquímicos. ¿Llegará un nuevo veto cientificista a esta realidad incómoda?

La pregunta final: ¿Se solidarizó Mulet y sus amigos cuando Carrasco sufrió repetidas amenazas y hasta "visitas" a su laboratorio por sus investigaciones científicas sobre el glifosato?

A un año de su muerte, vaya también este artículo como homenaje: Andrés Carrasco, el científico del pueblo.

Ver también:
ComAmbiental: Ecología Política del Glifosato en Argentina (2015)
Revista Anfibia: Contar la ciencia (2014)
ComAmbiental: Investigación tema glifosato, o la ciencia contra la ciencia (2009)