miércoles, 25 de septiembre de 2013

Campaña “Paren de fumigar”

REGIONAL I 25/09/13
I
Campaña “Paren de fumigar”
La campaña “Paren de fumigar”, centrada sobre todo en escuelas que de tanto en tanto son víctimas de fumigaciones masivas sin discernir si hay o no alumnos, dio  a conocer un comunicado dentro del foro taller relacionado con la ley de agrotóxicos.
 El documento asegura que el modelo de agricultura industrial sostenido en la siembra de semillas genéticamente modificadas y la aplicación de herbicidas y fertilizantes, no ha sido evaluado de manera integral en sus efectos sobre la salud de las personas ni tampoco en las consecuencias socio-ambientales que genera. Después de casi 20 años de práctica y desarrollo se podría verificar que no es ambientalmente sustentable, ni económicamente rentable.
 Existe suficiente evidencia científica -tanto de campo como de laboratorio- demostrativa de las numerosas enfermedades agudas (alergias, afecciones en la piel, vías respiratorias, etc.) y crónicas (cáncer, infertilidad, malformaciones, abortos espontáneos y otras) que genera el uso de agrotóxicos.
 Numerosos testimonios recogidos y comprobaciones propias permiten afirmar que las prácticas que requiere el modelo de agricultura industrial se realizan violando e incumpliendo la constitución, las leyes y disposiciones vigentes, de tal manera que ya han sido condenados judicialmente aplicadores y propietarios de campos por esta causa. Observaron que el control del Estado es escaso, deficiente y en muchos casos nulo.
 Existe legislación, y las propias constituciones del Estado nacional y provincial, son lo suficientemente claras y precisas en cuanto a las acciones a realizar en resguardo de la vida y el ambiente. Como cualquier otra actividad que pueda afectar la salud y/o el ambiente, los monocultivos industriales, que requieren la aplicación de herbicidas y fertilizantes, según la ley General del Ambiente (número 25.675/02), estará sujeta a un procedimiento de evaluación de impacto ambiental previo a su ejecución.
 La toxicidad (Bandas Verde, Azul, Amarilla y Roja) de los plaguicidas utilizados en la agricultura industrial está medida a través de la dosis letal 50 (DL-50), establecida en 1927 y que sólo muestra capacidad letal, es decir qué cantidad del producto es necesaria para matar, generalmente a ratas de laboratorio de determinado peso. No considera los efectos crónicos de la sustancia.
 Los planes oficiales de Promoción de la Salud y los de Formación Docente no incluyen los riesgos a la salud que implica el uso de agrotóxicos.
 El uso y aplicación de agrotóxicos está regulado por los ministerios de Agricultura y Producción sin participación de las áreas de ambiente y salud.
 La utilización de palabras como “agroquímicos, defensivos, fitosanitarios, agentes de protección de cultivos, agentes para contingencias” para referirse a los pesticidas utilizados en la agricultura industrial pretende suavizar, minimizar, distorsionar conceptos. Vemos en el diccionario de la RAE el significado del vocablo “cida”: -cida. (Del lat. -cida, de la raíz de caedĕre, matar).
1. elem. compos. Significa ‘matador’ o ‘exterminador’. Herbicida, insecticida.
Para decirlo sin vueltas: el glifosato y los demás plaguicidas utilizados en estas prácticas agroindustriales son venenos.
Las alternativas para producir alimentos sanos y frescos para todos sin la necesidad de utilizar el paquete tecnológico de transgénicos y agrotóxicos, existen y están probadas a través del tiempo.
Recientes y exhaustivas investigaciones del reconocido ETC Group muestran“…cómo los productores campesinos e indígenas del mundo, que suman aproximadamente 3 mil millones de personas —rurales y urbanos, pescadores y pastores— no sólo alimentan a la mayor parte de la población del planeta, sino que crean y conservan la mayoría de la biodiversidad global.
 La cadena industrial de producción de alimentos, en contraste, utiliza el 70 por ciento de los recursos agrícolas para producir únicamente el 30 por ciento de las provisiones alimentarias globales.
 “Estas son algunas de las cuestiones planteadas en el Foro que promovimos, las que nos llevan a pensar la necesidad de un debate más amplio en todos los sentidos posibles. Entendimos que podemos y debemos revisar no sólo la regulación de los agrotóxicos, sino el modo de producción agropecuaria en un sentido más amplio y para ello es imprescindible la participación de la ciudadanía, de este modo creemos necesarios valernos del artículo 19 y 20 de la ley General del Ambiente que determinan:
 Art.19: Toda persona tiene derecho a ser consultada y a opinar en procedimientos administrativos que se relacionen con la preservación y protección del ambiente, que sean de incidencia general o particular, y de alcance general.
 Art. 20: Las autoridades deberán institucionalizar procedimientos de consultas o audiencias públicas como instancias obligatorias para la autorización de aquellas actividades que puedan generar efectos negativos y significativos sobre el ambiente.
El modelo de agricultura industrial sostenido en el paquete tecnológico de transgénicos-agrotóxicos-siembra directa se impuso a través de procedimientos administrativos impulsados por la corporación Monsanto, sin ningún tipo de consulta ni participación de la ciudadanía.
Hoy luego de casi 20 años de desarrollo y con otras empresas multinacionales (Bayer, Syngenta, Grobocopatel, Cargill, etc.) que se han incorporado reproducir y fomentar el agronegocio se hace cada vez más urgente evaluar sus consecuencias y ponerlas a consideración de quienes las soportamos”.


Fuente: AIM 

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