miércoles, 2 de julio de 2014

Un campo naturalmente productivo

22.06.2014 : BAJO EL ASESORAMIENTO DE EDUARDO CERDÁ, EL PRODUCTOR JUAN KIEHR APLICA DESDE HACE 17 AÑOS EN SU CAMPO DE BENITO JUÁREZ EL SISTEMA DE PRODUCCIÓN AGROECOLÓGICO: HOY YA NO SE USAN FERTILIZANTES, HERBICIDAS, INSECTICIDAS NI ANTIPARASITARIOS. ADEMÁS DE HABER BAJADO COSTOS, SE ESTABILIZARON LOS RENDIMIENTOS. Y SE OBTIENEN RINDES EN GRANOS Y CARNE SIMILARES A LOS DE LOS ESTABLECIMIENTOS DE LA ZONA



En La Aurora, en Benito Juárez, se derriban todos los mitos y queda demostrado que se puede producir granos y carnes sin utilizar insumos extra campo. Desde 1997 que Juan Kiehr, propietario del campo, y Eduardo Cerdá, el asesor agronómico, implementaron un sistema de producción agroecológico en un establecimiento mixto de ciclo completo a fin de disminuir el uso de productos sintéticos y energía, aumentar la fertilidad de los suelos, fijar carbono y nitrógeno, e incrementar la biodiversidad y la productividad. ¿El resultado? hoy obtienen buenos rendimientos, muy estables, semejantes a los de la zona, y sin utilización de agroquímicos.
No es casualidad que al frente de La Aurora estén Juan Kiehr y sus esposa Erna. Este matrimonio maduro, que tiene años viviendo en el campo, posee dos características fundamentales: ganas de innovar y un enorme amor por la naturaleza. Por eso, en un momento dado de sus vidas decidieron plantarse a ver cuál era su responsabilidad de cara a las generaciones futuras, y empezaron a desarrollar un sistema propio, tomando todo lo bueno de las prácticas conocidas, y aportando su toque personal e intuitivo en los aspectos que no cerraban.
"Quiero dejarles a mis nietos un campo sano y transmitirles el respeto por la naturaleza", aseguró Kiehr, un productor con descendencia danesa que se reconoce "entusiasmado y convencido de que la preservación del suelo es el mejor camino". 
El ingeniero Cerdá explicó que por la vocación ganadera de Kiehr, el establecimiento cada vez se inclinó más hacia la hacienda. "El entendía que le daba una mayor estabilidad tener más ganadería que agricultura. Lo que intentamos armar, en ese y en otros campos, es un diseño de sistema que potencialice las cuestiones biológicas y que por lo tanto use menos insumos extra campo. Porque cuando uno maneja un campo que va acorde con los procesos naturales el productor se independiza del mercado de insumos. Entonces si suben o no, no le influye", agregó.

Radiografía
El campo cuenta con 650 hectáreas, de las cuales 300 son agrícolas; el resto, 158 son bajos, y 186 son cerros. Según comentó el ingeniero, "todos los años sembramos 75 hectáreas de sorgo forrajero, 25 hectáreas de trigo con trébol rojo, 25 de avena con trébol rojo y 25 de cebada con trébol rojo; eso nos permite tener 75 de trébol rojo de un año y 75 de trébol rojo de segundo año en el campo. En la superficie implantada con tréboles se fija el nitrógeno que luego van a usar los cultivos, evitando la aplicación de fertilizantes nitrogenados, lo que evita costos que hacen posible los buenos rendimientos sin fertilización".
En La Aurora no se aplica urea desde hace 16 años, hace cuatro que no se usa fosfato diamónico, tres que no se utilizan herbicidas ni insecticidas y recientemente se descartaron los antiparasitarios. "A cada uno de ellos lo fuimos reemplazando con alguna estrategia, con manejo. En el caso del trébol, nos dimos cuenta que además de fijar el nitrógeno cubría el suelo. Entonces mejoraba toda la vida del suelo, que era fundamental para que después se solubilice fósforo", explicó.
Respecto al fósforo, Cerdá indicó: "Hoy estamos en niveles nunca vistos en Tres Arroyos, 50 partes, medidos por el INTA. A partir de la investigación y la evaluación, la Chacra de Barrow, demostró que el tipo de familias de microorganismos que ahí hay no se encuentran en otros campos, que son solubilizadores de fósforo, que hay un equilibrio casi de un suelo no perturbado...". Esto, inclusive, pese a que "por vocación del productor se hace siembra convencional", aclaró Cerdá.
En cuanto a rendimientos, el ingeniero manifestó que los resultados de La Aurora son muy parecidos a los promedios de la zona. "Estamos, en 16 años de producción, con un promedio de trigo de 3300 kilos. Y el promedio de los campos de Juárez es de 240 kilos más", aseguró. Claro que hay una diferencia abismal de inversión: "Mientras nosotros tenemos un costo de 130 dólares por hectárea, el de los otros campos es de entre 350 y 400 dólares".
Otra particularidad del establecimiento de Kiehr es que de gruesa sólo se hace sorgo, que es destinado a la hacienda. "Se sembraba girasol, hasta que un día el productor decidió dejar de sembrarlo porque veía que después de aplicar los herbicidas el suelo quedaba con polvo, y entendió también que era mucho agroquímico", explicó.
Al comentar sobre el proceso agroecológico, Cerdá indicó que "al ir armando una rotación que aumenta la incorporación de carbono, con los sorgos, la de nitrógeno, con los tréboles y el mejoramiento en el pastoreo y la mejor distribución de las heces y orina. Así se fortalece el sistema y se mejoran los suelos, y de esa manera no es necesaria la fertilización, el uso de fungicidas, herbicidas e insecticidas".
Con respecto a las mejoras, el asesor expresó que "con esto apuntamos a mejorar el proceso de crecimiento de los cultivos con la rotación y luego la utilización del ganado para transformar todo ese material verde en productos procesados por el animal, en bosta y orina".
La ganadería constituye un papel fundamental. "Se realiza el ciclo completo, la producción promedio de los últimos 15 años es de 100 toneladas de carne por año, el tipo de animal que se vende es de tipo exportación de 500 kilos y la raza que se utiliza es Angus", comentó Cerdá. Y destacó la estabilidad productiva alcanzada: "Se estabilizó la producción de carne, aun en años de sequía, como la del 2009, donde en la zona se perdieron más de 15.000 cabezas. Mientras que en este establecimiento se mantuvo la producción".

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